El pasado viernes 22 de marzo el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, desataba la indignación de los usuarios de Telegram al decretar su cierre cautelar ante una demanda de Mediaset, Atresmedia y Movistar+.
Las compañías han denunciado a la plataforma de mensajería instantánea por permitir la difusión de contenidos sujetos a derechos y de autor y en una maniobra que sólo puede calificarse como “matar moscas a cañonazos” el magistrado dictó la polémica media cautelar.
Tras conocerse la noticia colegios de ingenieros y organizaciones de consumidores rápidamente emitieron comunicados y notas de comunicación criticando la medida por su desproporción “es como si se decidiera cerrar completamente una provincia de nuestro país porque dentro del territorio se produjese un caso de narcotráfico o un robo» –aseveraba Fernando Suárez, presidente del Colegio de Ingenieros Informáticos.
Este lunes Pedraz daba marcha atrás y suspendía la medida cautelar cursada el pasado viernes y solicitaba a la Comisaría General de Información un informe sobre la incidencia que tendría tal medida.
Los mismos de siempre intentando sacar tajada
Tras conocerse la noticia algunos se apresuraron a intentar sacar tajada victimizándose mediante la mentira. Es el caso del difusor de bulos multireincidente, Alvise Pérez.
En un vídeo publicado tanto en Telegram como en Instagram, el pseudoperiodista trataba de hacer creer a sus seguidores que se trataba de una maniobra de “la tiranía” para obligarnos a informarnos “a través de sus entramados empresariales”. Al mismo tiempo llamaba a “dar un golpe encima de la mesa” para no “vivir arrodillados a la desinformación constante de su sistema criminal” y llamaba a votarle en las elecciones europeas de junio.
Esta maniobra de las grandes corporaciones mediáticas poco tiene que ver con lo que relata el desinformador; sino mas bien con un sistema en el que priman los beneficios económicos y el derecho a la propiedad por encima del interés general. Un sistema capaz de bloquear una plataforma de mensajería empleada más de siete millones de usuarios en España sólo para proteger los intereses económicos de tres grandes corporaciones mediáticas con abultadas cuentas de beneficios.
Alvise Pérez, el mayor damnificado de la censura impuesta por la dictadura española (400k seguidores), se pronuncia en redes y pide máxima difusión: "que la A.N haya prohibido Telegram nos sitúa en un país TERCERMUNDISTA, como un país AFRICANO y NORCOREANO y esto es inaceptable". pic.twitter.com/qyzKGcoZ0v
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) March 23, 2024
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