Los incendios de este verano han dejado un reguero de devastación en múltiples comunidades, con miles de hectáreas arrasadas, evacuaciones y muertes. Según datos publicados por Climática la cifra ascendería hasta las 343 862 hectáreas arrasadas en lo que va de año, rompiendo todos los récords desde que tenemos registros.
La gravedad de la situación no ha impedido que el Partido Popular y Vox utilicen la tragedia como munición política contra el Gobierno central. Su estrategia es clara: construir un relato donde la culpa siempre es de Pedro Sánchez, mientras se ocultan las negligencias y recortes de ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos bajo su control.
Negligencias que alimentan el fuego
Los ejemplos de irresponsabilidad local y autonómica se acumulan. En Huesca, el ayuntamiento adelantó quince minutos la traca final de fiestas para esquivar por unos minutos la alerta roja por incendios. En Jaraíz de la Vera (Cáceres), gobernada por el PP con mayoría absoluta, se lanzaron fuegos artificiales mientras la zona ardía.
Al mismo tiempo, presidentes autonómicos como Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Rueda, Moreno Bonilla o Alfonso Fernández Mañueco permanecían ausentes o de vacaciones mientras los incendios se descontrolaban. En Castilla y León, Mañueco llegó a declarar el 14 de agosto que el operativo era suficiente, para días después exigir al Gobierno más medios y culparlo del desastre. Lo mismo hizo Díaz Ayuso, que tras regresar de sus vacaciones con Alberto González Amador, en las fechas que ya tenía previstas para acudir a las Fiestas de La Paloma, llegó a afirmar que Sánchez quiere «dejar que todo se queme o se hunda para luego buscar culpables».
En paralelo, en una publicación la red social Twitter que ha terminado por eliminar, el Partido Popular de Galicia decía que Rueda «está al mando» mientras que Sánchez sólo «ocupa el cargo», a pesar de que Rueda no se presentó en el CECOPI hasta 10 días después de comenzar los incendios que asolan Galicia.
Espectáculo de fuegos artificiales en Jaraíz de la Vera (Cáceres), mientras arde toda la zona con incendios. Gobierna el PP con mayoría absoluta. Muy poca vergüenza. pic.twitter.com/jBaOUR48W6
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) August 17, 2025
Huesca adelanta quince minutos la traca fin de fiestas para esquivar la alerta roja por incendios, que comienza el sábado https://t.co/LuJvsO3uyy En @ElDiarioAragon
— elDiario.es (@eldiarioes) August 15, 2025
Los recortes que arden, los toros que prosperan
La raíz del problema está en decisiones políticas y presupuestarias. En Castilla y León, la inversión en prevención ha caído un 86 % desde 2009 (de 10,27 a 1,41 millones), mientras que el presupuesto en tauromaquia se ha incrementó un 57% entre 2023 y 2024. En Andalucía, los recortes en prevención desde 2009 alcanzan el 67 %; mientras, sólo el pasado año, gastaron más de 700.000 euros en la compra de derechos de transmisión de espectáculos taurinos, a los habría el coste de las constantes campañas publicitarias para la promoción de la tauromaquia, subvenciones a ganaderías y fundaciones como «Toro de Lidia», plazas de toros, festejos taurinos patrocinados por la Junta… Galicia ha recortado un 5 % sus prepuestos para la prevención y extinción de incendios. En Madrid los bomberos forestales llevan 13 años con el convenio caducado y los sueldos congelados mientras ven cómo en 2025 se han presupuestado más de 3,1 millones de euros sólo para retransmisiones taurinas en Telemadrid, un 113 % más que el año anterior. En 2023 ya había destinado más de seis millones a asuntos taurinos, duplicando el presupuesto de 2022.
La comparación es demoledora: mientras se reducen los recursos para prevenir incendios forestales, se disparan las partidas para espectáculos taurinos. Y es que desde la creación de la UME en 2005 los gobiernos autonómicos de todo signo político han tendido a recortar sus presupuestos en materia de extinción de incendios, asumiendo que ese agujero que creaban se rellenaría con lo que se supone es una unidad pensada únicamente como último recurso ante emergencias excepcionales.
Mientras tanto, Vox y sectores del PP se han volcado en declaraciones incendiarias. Santiago Abascal llegó a culpar a las renovables y a “las políticas ideológicas” de los incendios. Ortega Smith afirmó que le rezaría a la Virgen de la Paloma y que la causa era la Agenda 2030 y la destrucción de embalses, un bulo recurrente y desmontado en numerosas ocasiones en Pandemia Digital. Ayuso, por su parte, acusó al Gobierno de convertir los incendios en una “cuestión ideológica” por vincularlos al cambio climático y a los recortes. Cayetana Álvarez de Toledo, en plena crisis, reclamaba un “pacto de Estado contra Sánchez”.
🔴 @Ortega_Smith pide a la Virgen de la Paloma el fin de los incendios y de la incompetencia política.
— Grupo Municipal VOX Ayuntamiento de Madrid (@VOX_AytoMadrid) August 15, 2025
“Queremos agradecer a todos los bomberos por su extraordinaria labor todos los días del año y que, junto con agentes forestales, voluntarios y funcionarios, están luchando… pic.twitter.com/XNgJiyJLHl
Incendios y DANA: Un mismo patrón
Uno de los mantras del PP durante la crisis ha sido presentar al Gobierno central como pasivo, sugiriendo que la movilización del Ejército era una exigencia urgente ante la inacción de Pedro Sánchez. Sin embargo, los hechos contradicen esta narrativa. La Unidad Militar de Emergencias (UME) se encontraba operativa desde los primeros días de los incendios, realizando tareas de evacuación, extinción y coordinación en Galicia, Castilla y León y otras comunidades afectadas.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) se encontraba operativa desde los primeros días de los incendios, realizando tareas de evacuación, extinción y coordinación en Galicia, Castilla y León y otras comunidades afectadas. Por ejemplo, el despliegue en Galicia comenzó el 10 de agosto, antes de que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acudiera al CECOPI, que no visitó hasta dos días después, 10 desde que se iniciaran los incendios en la región.
El Ejército regular también se movilizó de forma coordinada con la UME. En León y Ávila se destinaron unidades para asegurar accesos, controlar carreteras y colaborar en evacuaciones, todo ello antes de que Mañueco emitiera declaraciones públicas exigiendo más recursos, tras haber afirmado inicialmente el 14 de agosto que el operativo ya era suficiente.
La activación de mecanismos europeos de ayuda siguió un patrón similar. Aunque Feijóo anunció en Twitter el 17 de agosto que solicitaba la intervención del Mecanismo de Protección Civil de la UE, el Gobierno ya había activado dicho mecanismo el 11 de agosto, asegurando la llegada de recursos y brigadas internacionales antes de que los líderes del PP hicieran pública su petición.
Este patrón no es nuevo, pues sigue la misma línea que marcó Carlos Mazón durante la DANA de Valencia. Negarse a elevar el nivel de alerta para dar las competencias al Gobierno Central, culpar al Gobierno Central de las consecuencias de que los responsables autonómicos prefieran irse a comer a Gijón o al Ventorro que estar en el control de la emergencia y de los años de recortes.
Campañas mediáticas financiadas con Publicidad Institucional
Los responsables autonómicos del PP suelen hacer visibles sus reclamaciones y protestas políticas justo cuando los recursos ya están operativos, mientras permanecen ausentes o retrasan su presencia en los momentos críticos. Y para ello cuentan con un ecosistema bien engrasado y financiado.
Pandemia Digital es uno de tantos que desde años viene denunciando el uso de contratos menores para adjudicar ingentes cantidades de dinero público para crear y comprarse un ecosistema mediático favorable. Y cuando llegan crisis como esta, en la que la negligencia en los primeros compases de los incendios y los recortes acumulados a lo largo de los años han permitido que los incendios se descontrolen y adquieran proporciones nunca vistas, este ecosistema financiado por los gobierno del Partido Popular actuan como altavoces y creadores de opinión: “El PP marca el paso con los incendios ante el vacío del Gobierno” titulaba El Mundo; aunque, como hemos visto el Partido Popular se ha limitado a exigir al Gobierno que aporte recursos que ya estaban siendo aportados o que active mecanismo que ya habían sido activados.
En El Español podíamos leer que el ‘malvado’ Pedro Sánchez había aprovechado el desmayo de un periodista por un golpe de calor para abandonar una comparecencia. La realidad es que la comparecencia de Pedro Sánchez sólo se pausó unos minutos mientras atendían al trabajador desmayado.
Pero la más desnortada fue una campaña coordinada con titulares casi idénticos sobre el ‘look’ de Isabel Díaz Ayuso en El Mundo, OkDiario, La Razón o El Debate.
El relato construido por el PP y amplificado por su aparato mediático pretende presentar a Sánchez como un presidente ausente, mientras sus comunidades sufrían la consecuencia de sus propios recortes y negligencias. Los incendios no son solo una catástrofe natural, sino también política: el fuego encuentra combustible en los bosques abandonados, en los presupuestos recortados y en una propaganda que prefiere culpar al Gobierno central antes que asumir responsabilidades propias.
Redacción: Carlos Benéitez