A lo largo del pasado viernes 29 de marzo se viralizaba en redes sociales un video en el que dos agentes de la Policía Nacional agredían brutalmente a dos jóvenes racializados que no se estaban resistiendo.
El primero de ellos recibía varios porrazos mientras se encontraba inmovilizado en el suelo. Instantes después otro joven le recriminaba el abuso y la violencia desmedida y era inmediatamente agredido con gran violencia. El agente, que no portaba el número de identificación en la espalda como marca la ley, le propina un fuerte golpe en la garganta con la porra, actuación también contraria al reglamento. A continuación el joven se acuclilla contra pared, mostrando que no tiene intención de resistirse; pero esto tampoco impide que la brutal agresión policial continúe y es nuevamente agredido hasta ser agarrado por el cuello. Finalmente el jóven forcejeó con el agente y escapó del lugar. Si esto ha ocurrido en plena calle, ¿quién sabe lo que hubiera podido ocurrir en comisaría?
Según relata el autor de la grabación, Pipo Ln, un músico y productor musical de origen dominicano que reside en el barrio de Lavapiés, los jóvenes no estaban haciendo nada cuando la policía les ordenó que se tumbaran en el suelo para ser identificados y cacheados. Al estar el suelo mojado y poderse acometer la actuación policial sin necesidad de tumbarse sobre el firme empapado protestaron y se desató el infierno sobre ellos con la escena anteriormente descrita.
Redadas Racistas
“Así todos los días, algo no está bien en esta sociedad”, con estas contundentes palabras relata la ocurrido el artista musical que presenció los hechos. Según denuncian desde hace años colectivos y ONG’s antirracistas y de personas migrantes estas identificaciones se producen de forma sistemática únicamente motivada por el color de piel. No obstante; según la “Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana” estas actuaciones son contrarias a derecho, pues establece que “es precisa la existencia de indicios de participación en la comisión de una infracción, o que razonablemente se considere necesario realizar la identificación para prevenir la comisión de un delito”. Además la ley establece que “los agentes deberán respetar escrupulosamente los principios de proporcionalidad, igualdad de trato y no discriminación”, un requisito legal que, tal y como puede verse en el video, es evidente que no se está cumpliendo.
Odio, racismo y justificación
Como viene siendo habitual ante la viralización de este tipo de abusos policiales no han tardado en aparecer en redes sociales quienes defienden, niegan o justifican estos abusos policiales.
Ha sido el caso del pseudomedio “Policía H50”, que cuenta con un largo historial de difusión de bulos racistas que ya han sido analizados en Pandemia Digital. En su web describen la actuación como “contundente”, obviando las ilegalidades anteriormente descritas; y deslizan la acusación de narcotráfico, robo y agresión sexual contra los jóvenes. Empleando el principio de transposición goebbeliano señalan a quienes denuncian la brutalidad policial de esta actuación y les acusan de sembrar “las semillas de su odio contra quienes realizan su trabajo”.
A esta justificación de la violencia policial contra personas racializadas se ha sumado la exdirigente de Vox Macarena Olona, que ante la brutalidad que hemos podido ver define la viralización de estas imágenes como “una cacería contra dos agentes de policía por un vídeo cortado de una intervención en Lavapiés”. Esté o no cortado el video, tal y como ya hemos analizado, la intervención incumple la legislación vigente en materia de intervenciones policiales. Tampoco se trata de una cacería, puesto ninguno de los dos agentes puede ser identificado en las imágenes publicadas, lo cual a su vez garantiza la impunidad de este tipo de abusos.
Tampoco ha querido perderse la fiesta del racismo el pseudomedio del multi condenado por difundir información falsa, Javier Negre; que directamente acusaba a los jóvenes de ser “inmigrantes ilegales”. Una acusación que hacen únicamente por el color de su piel; pues no hay ningún indicio en el video de que estas personas se encuentren en situación irregular. También acusa a los jóvenes de resistirse ante los agentes, algo que el video viral desmiente.
Las Paguitas de Javier Negre:
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