El pasado fin de semana, las fiestas de San Lorenzo en Huesca fueron escenario de una polémica que ha puesto en evidencia la estrategia del Partido Popular para fomentar la polarización y el odio en la esfera pública. Durante el pregón inaugural, la alcaldesa Lorena Orduna retrasó el inicio del acto debido a los gritos del público contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En ese momento, el consejero de Fomento de Aragón, Octavio López, fue grabado diciendo: «déjales, que están contra Pedro Sánchez», mientras la concejala de Fiestas, Nuria Mur, intentaba calmar a la multitud.
El PSOE ha calificado esta actitud de «sectarismo» y «falta de educación», acusando al PP de utilizar las instituciones con fines partidistas. López, por su parte, se disculpó públicamente, asegurando que su intención era señalar que la multitud impedía escuchar el pregón, y reiteró su compromiso con el decoro político, una excusa que ni se corresponde con las imágenes ni resulta creíble para muchos.
Pillada histórica al PP:
— Jorge Pueyo (@jorge_pueyo95) August 9, 2025
Octavio Lopez (Consejero DGA) "Déjales, déjales que están contra Pedro Sanchez"
Alcaldesa Orduna: “Espera, espera.”
El Ayto. de Uesca alimenta y provoca la confrontación y politización de las fiestas en vez de garantizar que sean para todos los vecinos pic.twitter.com/4ZUIuWHGMM
Este incidente tiene lugar mientras la polarización y el odio campan a sus anchas y sedes del PSOE son asaltadas o vandalizadas por España. Según datos del propio partido, desde noviembre de 2023 se han registrado más de 180 actos vandálicos, lo que equivale a un ataque cada tres días y medio. El PSOE atribuye esta escalada de violencia a un «clima de crispación» generado por el PP y Vox, señalando que la violencia política es alimentada desde espacios parlamentarios y mediáticos por la derecha y ultraderecha.
En lugar de condenar estos ataques, el PP ha optado por responsabilizar al presidente Pedro Sánchez. Juan Bravo, vicesecretario del PP, condenó el ataque a la sede del PSOE en Vera (Almería), pero acusó a Sánchez de ser parte del problema con su discurso de los «muros».
Esta estrategia de confrontación y victimización forma parte de una ofensiva más amplia del PP contra el presidente Sánchez, que ha incluido ataques personales y familiares, y que busca deslegitimar al gobierno y polarizar aún más el debate político. La utilización de las instituciones y los actos públicos para promover el odio y la división es una táctica que pone en riesgo la convivencia democrática y el respeto institucional.
Redacción: Carlos Benéitez
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